miércoles, 10 de octubre de 2012

LA GRAN BATALLA DE LOS HERMANOS

Había una vez un emperador japonés que vivía muy feliz en su reino donde las chicas eran lindas y el pasto era verde hasta que un día llego su hermano malvado reclamando el trono que era suyo por derecho (según el). El hermano malvado que llevaba por nombre Yao Ming (si se preguntan por el apellido se lo cambio porque no le gustaba) reclamaba a su hermano el emperador Jet Lee que debía dejarle el trono que su padre Bruce Lee que debía dejarle el trono, pero para su desgracia este no accedió, así que ambos decidieron que todo el asunto se resolvería en una pelea a muerte. La pelea comenzó de una forma muy intensa: ambos participantes eran sumamente hábiles y precisos en el arte de manejar la espada, pero al final, en un descuido de Jet Lee, Yao Ming aprovechando que su hermano estaba en la posición anatómica (que es la postura que debe tener el cuerpo humano en el espacio para poder estudiarlo anatómicamente ya que permite localizar y descubrir cada una de sus partes, órganos y cavidades) tomo su espada y partió a su contrincante en 3 de los 4 planos anatómicos (que son una superficie que atraviesa o limita el cuerpo humano en diferentes zonas, estas superficies permiten estudiar el cuerpo en 3 dimensiones)lo partió primero por el plano horizontal o transversal (que divide al cuerpo en mitad superior inferior) después lo partió por el plano sagital (que divide al cuerpo en una mitad derecha y una izquierda) y finalmente con un rápido movimiento de su espada el gran samurái Yao Ming partió a su hermano por el plano frontal o coronal (que divide al cuerpo en una parte anterior y una posterior) pero por desgracia no le alcanzo el tiempo para partir a su rival por el plano parasagital (que divide al cuerpo en partes desiguales). Todo lo anteriormente mencionado lo hizo con una velocidad suficiente para que al final de los cortes las partes permanecieran estáticas en su lugar, pero esto no duro mucho tiempo ya que con el transcurrir de varios segundos las partes mutiladas cayeron rodando por el piso. Yao Ming tremendamente feliz por la victoria obtenida pero exhausto por todo el esfuerzo físico requerido para ser el vencedor, tomo el camino para retornar al ahora su palacio pero el legendario y gran guerrero Goku que había estado mirando todo desde el cielo (pues el puede volar) bajo y acercándose a Yao le rompió el fémur con la tibia y la patela por pasado de lanza.