Era un cálido martes por la noche, Leticia F. se disponía a descansar después de un ajetreado día, se sentó y encendió su fragante machintosh, entró a facebook y cuál fue su sorpresa al ver a dos jóvenes ilustres lanzándose fuertes insultos, se calificaban de homosexuales y minusválidos. Leticia no estaba de humor para soportar tal cosa a esa hora, había sido un día muy duro, no cupo dentro de ella tanta ira y se dispuso a reprimir al par de jóvenes, sus regaños no fueron pequeños y sus golpeteos furiosos en el teclado se podan oír a kilómetros de distancia. Tal era su enojo que su marido, la tranquilizo y le dijo que se calmara y dejara de derramar bilis, dicha frase no pudo ser más errónea, el piso estaba seco, no había nada derramado. Ya dejado atrás el enojo Leticia F. le explicó a su marido que la bilis es una sustancia producida por el hígado que interviene en el proceso de digestión como emulsionante de los ácidos grasos y cuya producción es continua. Una vez aclarada la confusión el señor marido se quedo muy tranquilo al saber que no resbalaría con la bilis por culpa de dos jóvenes impertinentes. Ese día todos durmieron felices y contentos, tomaron leche con cholate y comieron frutas y verduras.
Reportó para el desgarriate: Roberto Solís Ramírez (El ídolo del 558).