La hormona de crecimiento (GH) actúa directa o indirectamente en el crecimiento de órganos y tejidos del cuerpo.
La secreción de dicha hormona depende de una glándula situada en la base del cerebro, llamada hipófisis, por parte de su lóbulo anterior, cuya función a su vez depende del hipotálamo (que estoy segura de que ya lo conoces de memoria), órgano regulador por excelencia, gracias a la producción y liberación del factor estimulador de la hormona de crecimiento . También depende de otros factores como el sueño, temperatura corporal y el ejercicio
El déficit de hormona de crecimiento es una afección de naturaleza congénita o adquirida que se caracteriza por la ausencia total o parcial de dicha hormona en plasma. Se produce cuando existe un fallo en la hipófisis, en el hipotálamo o en la vía que une el hipotálamo a la hipófisis.
os niños afectos de déficit congénito de GH, presentan peso y talla en rango normal al nacimiento. Es frecuente la ictericia neonatal prolongada (50% de los casos). Se pueden producir hipoglucemias en los 4 primeros años de vida.
En los menores de edad la talla suele afectarse a partir de los 3-6 primeros meses de vida, de forma que a los dos años puede encontrarse en el percentil 3 o por debajo del mismo. La velocidad de crecimiento es lenta, inferior al percentil 25. La maduración ósea se encuentra retrasada 1-4 años en relación a la edad cronológica. Sin tratamiento, el estirón puberal se suele retrasar incluso hasta los 18-20 años. La inteligencia es normal, pero es frecuente encontrar signos de cierta inmadurez y dificultad de adaptación al medio social, secundarios al proteccionismo paterno y a la baja autoestima por su baja talla.
Para el Desgarriate reportó Leticia Franzoni