24 de Diciembre y aquí en la posada seguimos felices y sin preocuparnos de nada.
Ya entrada la noche y con tanto ponche encima nos vamos a romper la piñata. El turno es para la tía Julita, Alejandro Franco es el encargado de vendarle los ojos, de darle vueltas y ponerle el palo entre las manos, mientras la tía Julita le dice Me gustan grandotes aunque me peguen.
Y comienza el dale dale dale, no pierdas el tino, porque si lo pierdes, pierdes el camino...
mientras tremenda rebatinga se arma con el palo, a soltar palazos sin ton ni son, un golpe las costillas de David Morales, otro para Alejandro Cruz Morales, el tercero sobre el Deltoides de Edgar el abuelo Sandoval y todos intentando parar a la Tía Julita.
Una voz fuerte detiene tanta rebatinga, filomeno grita: ¿Acaso estas borracha, hermana desobediente?
y Julita sin reparo responde: ¡a mi no me gritas, que no soy ni tu querida ni tu criada, ¡y sí, he tomado tequila a escondiditas!, mírame ya estoy bastante crecidita!.
Si continuas tomando te va a dar cirrosis hepática, vas a tener várices esofágicas, úlceras en tu estómago, desnutrición y vas acabar con la familia, los amigos, los vecinos y contigo misma, ¡tómalo en consideración Julia! respondió el tío Filomeno.
De pronto se tornó un gran silencio hasta que Julita dijo:
¡Aquí no ha pasado nada, y seguimos rompiéndo la piñata!
¡Ya estamos cansados de tanto correr y Julita dando palazos por doquier, auxiliooooooooo!
Para el Desgarriate reportó Leticia Franzoni.
